Existen innumerables formas, fuentes y orígenes del masaje. Incluso de su forma de aplicación. Sus virtudes son tantas y tan universalmente conocidas, que enumerarlas sería una tarea ardua y seguramente parcial. Pero en esencia, casi todo masaje puede alinearse en alguna de estas ventajas:
El propósito de esta actividad es garantizar una mejor calidad de vida a través de la prevención y tratamiento de muchas enfermedades del apartado locomotor. Brinda una solución certera y definitiva a problemas que de corriente quedarían sin resolver, agravándose a través de los años. También puede servir como alternativa ante la ineficacia de tratamientos convencionales. Para los músculos de movimiento, el tratamiento se basa en fortalecerlos mediante trabajo isotónico concéntrico. En tanto que los músculos que generan contracciones, debe ser la flexibilización mediante una contracción excéntrica que aumente su longitud y devuelva la plasticidad, hecho que se logra mediante las posturas de tratamiento.
La digitopuntura es una modalidad terapéutica que a diferencia de la medicina occidental, describe como funciona el cuerpo en términos de energía o “Chi” (energía vital que nos mantiene en funcionamiento “activo”). La digitopuntura utiliza presión dactilar sobre puntos de acupuntura para actuar sobre esos desequilibrios.
Se trata de un masaje aplicado directa (y exclusivamente) en zonas precisas de los pies, que se estimulan con la intención de descubrir el estado del paciente para poder prevenir e incluso paliar ciertas dolencias, puesto que existe una relación entre los órganos y las glándulas del cuerpo y ciertas zonas de los pies. El tratamiento en personas sanas ayuda a la resistencia contra ciertas enfermedades, armoniza las funciones corporales y mejora las defensas del organismo. Puede utilizarse también como complemento de otros tratamientos.
Es una terapia que tiene su orígen en la Medicina Tradicional China. Trabaja sobre los meridianos de energía corporal a través de la aplicación de calor localizado por medio de plantas medicinales (artemisa vulgaris).
En concreto se trata de cilindros prensados de artemisa similares a cigarros que, encendidos, se aplican cerca de las zonas a tratar; por supuesto, sin contacto directo con ellas.La moxibustión es excelente también en zonas frías, procesos degenerativos, circulatorios, casos crónicos y faltos de fuerza, para ancianos, etc.
La vacumterapia es un antiguo tratamiento de terapia alternativa en el que se colocan ventosas en la piel para crear una succión similar a la del vacío.